El Tenerife fue capaz de impedir que el Real Madrid gane la Liga en la última jornada en dos temporadas consecutivas: 1991-92 y 1992-93 (ambas ligas finalmente ganadas por el Barcelona), conocidas como las famosas «Ligas de Tenerife». Las primeras botas específicas para la práctica del fútbol emergieron en la era profesional, tomando el relevo del calzado cotidiano o botas de trabajo. Inicialmente era el equipo local el que debía cambiar a su segundo uniforme en el caso de confusión, pero esta regla se cambió en 1921, instando al equipo visitante a que lo hiciera.