Terminados los años noventa, el Athletic entraba en una nueva década que no depararía nada relevante en la historia del club, siendo una etapa con pocos éxitos y en la que se vivieron varios años difíciles, en los que el club estuvo a punto de descender. Luis Fernández fue destituido y su lugar lo ocupó Txetxu Rojo, exjugador que ya militó en el club bilbaíno en la década de los setenta.